El santo entierro (Paso Negro), tiene durante la procesión unas catorce paradas, las cuales vienen de una tradición muy antigua; el señor para en la puerta de casas que gozan de este privilegio y la imagen del santo entierro es recibida por la familia, previamente esparcen en la puerta un manto de flores y plantas aromáticas. Esta familia, con cirios, son acompañados por el sacerdote y un caballero de ceremonias, realizan los procesos de liturgia en una ceremonia de típica ritualidad que es acompañada por los toques de oración. La imagen del yacente es obra del escultor madrileño Julián Alangua Puchet (1948).
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